Existe la idea de que la educación artística es una tarea secundaria que pierde valor ante disciplinas más urgentes y necesarias, aquellas que sirven de herramientas para desenvolverse en la vida práctica. Nuestra sociedad prima el pragmatismo frente a la sensibilidad, lo que ha supuesto que la educación artística sea una tarea que debe cultivar cada uno, según sus intereses y motivaciones, de forma individual. Redefinir el concepto de educación artística consistiría en considerarla de interés general como parte fundamental del desarrollo personal;no sólo enseñar mecanismos de expresión y análisis, sino también aprender a percibir el entorno que nos rodea con sensibilidad, a entrar en contacto con el arte, conocerlo, valorarlo y respetarlo. Me gustaría pensar que estamos en una posición favorable, en la que podemos cambiar algo. Hay que empezar pronto y estamos en la situación ideal: la intención es enseñar a valorar el arte, motivar, invitar a pensar, operar con él para que adquiera algún día el lugar correspondiente. Me gustaría ayudar a que sean capaces de expresarse,de que conozcan las diferentes maneras con que el ser humano es capaz de emocionarse y de que tengan ganas de experimentarlas todas.
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