"Hablan mucho, pero todavía no han dicho nada"; así se podría resumir el texto de Clifford Geertz. Me refiero a aquellos que tratan de definir el arte o hablar de él desde su propia realidad, y lo miran sólo a través del prisma de su contexto. Los que tratan de entender algo que les despierta interés e intriga emplean el lenguaje para intentar explicarlo, ya que el arte, como proceso comunicativo, es un lenguaje en sí mismo.Pero a menudo esta empresa carece de utilidad, ya que raras veces se conoce la composición de los signos y la significación que componen ese lenguaje.
No podemos usar los mismos criterios que en Occidente para obtener la misma idea de arte: se tiende a criticar o a valorar a la ligera el arte de otras culturas. Decimos que los artistas africanos (por poner un ejemplo) son ejecutores lacónicos de piezas carentes de reflexión, motivados por una afinidad a una determinada técnica o material autóctono. Nada más lejos. La clave de este distanciamiento, que nos impide valorar o entender este tipo de arte, reside en la concepción que para los occidentales tienen ciertos significados.
Marcas Yoruba |
Así Clifford trata de derribar varios mitos. Por un lado el tendente a subestimar desde occidente la dinámica de las sociedades "primitivas" y por otro, el de sobrevalorar a las alfabetizadas, donde se presupone que reside la exquisitez y el juicio estético. Se ponen de manifiesto dos ejemplos para mostrar lo anterior: la pintura del Quattrocento y la poesía Islámica. En ambos se muestra con claridad que la capacidad para percibir el significado de las obras de arte es un producto de la experiencia colectiva, entendida siempre como un paso previo a la percepción, y no al revés. La poesía islámica utiliza el significado de las palabras en varios niveles: el divino y el mundano. La forma en que se recitan los versos coránicos se utiliza como instrumento cultural, donde se reconoce el uso del lenguaje como un símbolo de estatus social. Además, ya no sólo se usa como modo de expresión para recitar el corán sino como vehículo cotidiano de comunicación. En suma, es un instrumento que traduce con total veracidad como se articula la sociedad.
Cartel de Pony Bravo (2010) Daniel Alonso. Sevilla (c) |
Con todo, existe un punto en común en todos los lugares donde se produce arte y es que existen ciertas actividades que están diseñadas para materializar las ideas y esas actividades serán tan diversas como diferentes sean los lugares que estudiemos. Hay que averiguar el significado de las cosas en razón del mundo que le rodea, del cual se nutre toda la producción artística, para conseguir que el estudio de los signos y su significado consiga el fin que persigue el arte: Comunicar. Agitar la percepción. Conmover. Reaccionar.
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